En muchas partes del mundo, el acceso a prótesis de calidad está limitado por el coste, la geografía y la falta de profesionales cualificados. Las prótesis tradicionales son caras y su producción requiere mucho tiempo, lo que a menudo las pone fuera del alcance de las personas con pocos recursos. Sin embargo, la impresión 3D está cambiando esta situación, ya que ofrece una solución más asequible, personalizable y escalable que está empezando a romper barreras y a redefinir las posibilidades de los países en desarrollo.

Por qué los métodos tradicionales se quedan cortos

Construir una prótesis convencional requiere mano de obra cualificada, materiales caros y equipos especializados. Es un proceso que puede durar semanas -a veces meses- y requiere ajustes y seguimientos en persona. En países donde las clínicas son escasas y distantes entre sí, y donde los niveles de ingresos son bajos, esto no es realista para muchos amputados.

¿Cuál es el resultado? Una enorme brecha asistencial mundial, con millones de personas que viven sin la movilidad e independencia que merecen.

El papel de la impresión 3D en ortopedia

La impresión 3D ha cambiado las reglas del juego de la ortopedia. Permite a médicos e ingenieros diseñar y fabricar prótesis altamente personalizadas en una fracción del tiempo y a un coste significativamente inferior. Los diseños pueden compartirse digitalmente, ajustarse a partir de escáneres o mediciones e imprimirse localmente, incluso en clínicas remotas con la configuración adecuada.

En el contexto de los países en desarrollo, esta tecnología permite fabricar prótesis con mayor rapidez, adaptarlas a cada persona y distribuirlas más ampliamente, sobre todo si se combina con escáneres móviles y herramientas de diseño basadas en la nube.

Impacto en el mundo real

Eqwal, líder mundial en innovación ortopédica, ha desempeñado un papel importante en la ampliación del acceso a la atención sanitaria. A través de su ecosistema de salud digital y su red de socios internacionales, Eqwal ayuda a clínicas y profesionales a crear flujos de trabajo más eficientes y centrados en el paciente. Qwadra, parte del grupo Eqwal, proporciona herramientas digitales avanzadas -desde escaneado 3D hasta software de diseño y fabricación- que ayudan a agilizar la producción de prótesis y órtesis, incluso en entornos con recursos limitados.

Los retos siguen existiendo

No todo va sobre ruedas. La impresión 3D de prótesis en los países en desarrollo tiene sus propios obstáculos: falta de suministro eléctrico constante, acceso limitado a los materiales y necesidad de mantenimiento y asistencia continua. Pero con la ayuda de ONG, universidades y proveedores de tecnología como Eqwal y Qwadra, el progreso continúa.

La educación también es clave. Formar a técnicos y clínicos locales para escanear, diseñar e imprimir prótesis es tan importante como la propia tecnología, pues garantiza la sostenibilidad a largo plazo en lugar de una ayuda puntual.

Un futuro más inclusivo

La impresión en 3D no es una panacea, pero sí una poderosa herramienta en la lucha por la equidad sanitaria. A medida que la tecnología mejora y se hace más accesible, el objetivo es claro: cerrar la brecha en la atención protésica y permitir a cada amputado -independientemente de dónde viva- vivir una vida más plena e independiente.